Nació en Oberammergau (Baviera) el 21 de enero de 1867 y murió en Rottach, junto al Tegernsee, el 26 de agosto de 1921. Fue hijo de un jefe de guardias forestales, y, aun cuando pronto huérfano de padre, supo labrarse con bastante presteza una posición. Luego de haber iniciado el estudio de las ciencias forestales en Aschaffenburg, cursó Leyes primeramente en Munich y más tarde en Erlangen. Terminada la carrera, ejerció la abogacía en Dachau, y posteriormente en Munich, y reunió abundantes experiencias que integran el fondo humano de sus obras.
Empezó su actividad literaria con la composición de cuentos rurales y agradables sátiras, publicados en el Simplicissimus con el seudónimo de Peter Schlemihl. A partir de 1899 colaboró regularmente en el periódico. Entre sus textos más célebres figura el Epistolario de un diputado bávaro [Briefwechsel eines bayrischen Landtagsabgeordneten, 1909-12], escrito en un lenguaje pintoresco y desenfadado; en la obra en cuestión el autor se finge un campesino elegido diputado que, con la ingenuidad propia del pueblo, se permite criticar libremente las costumbres e instituciones. El mundo literario en que vivía, situado en el tránsito de uno a otro siglo, le proporcionaba ejemplos de un naturalismo vagamente humanitario; en el mismo tono compuso algunas novelas y narraciones rurales.
Su obra maestra humorística está integrada por los recuerdos de infancia, publicados en dos series narrativas: Lausbubengeschichten (1905) y Tante Frieda (1907, v. Historias de un pilluelo). Su éxito fue tan considerable que las ediciones superaron el centenar. Durante la primera Guerra Mundial Thoma ingresó en un partido nacionalista y alistóse como enfermero voluntario. Terminada la contienda se encontró aislado a causa del hundimiento del mundo que había satirizado; su naturalismo dialectal resultó algo anticuado. Sin embargo, permanece viva todavía la descripción que supo ofrecer de la Baviera de su época, tanto en sus aspectos cómicos — la pequeña burguesía provinciana, las formas grotescas de la tosquedad popular, las tendencias reaccionarias de los clericales — como en los trazados con una cordial simpatía humana. De las obras de Thoma cabe mencionar, además, Altaich (v.), El cumpleaños de Carlota (v.), El ferrocarril local (v.), Moral (v.), Primera clase (v.) y El viudo (véase).
V. M. Villa