Escritor y obispo colombiano nació en Bogotá en 1624, murió en Panamá en 1688; biznieto por línea materna de la princesa indígena Francisca Coya.
Estudió en el Colegio de San Bartolomé y se doctoró en la Universidad Tomística; ordenado sacerdote, desempeñó diversos curatos y fue nombrado provisor del arzobispado a la muerte del arzobispo Torres; el gobierno de la sede vacante le granjeó enemistades y se vio obligado a ir a España para comparecer ante el Consejo de Indias.
Más de cinco años estuvo en España, donde se le absolvió y se le premió con el obispado de Santa Marta: pero el viaje tuvo importantes, consecuencias histórico-literarias, ya que lo aprovechó para escribir su Historia general de las conquistas del Nuevo Reino de Granada (v.).
Vergara señala el hecho de que nuestro autor es uno de los tres cronistas hispanoamericanos que tiene en sus venas sangre real indígena: los otros dos son el inca Garcilaso y Fernando de Alva. Nombrado obispo de Panamá en 1676, antes de salir a tomar posesión de su nuevo destino atacaron a Santa Marta los filibusteros secuaces de Morgan, que se lo llevaron a la isla de Providencia; pero Morgan lo dejó en libertad y le entregó un pontifical que había robado tiempo antes en Panamá.
Este prelado y cronista colombiano fue’ un excelente orador sagrado, según noticias que no se pueden confirmar por no haber llegado a nosotros ningún texto de sus sermones; tampoco tenemos texto alguno de las comedias que se dice escribió. Pero pese a su modestia, por la seriedad de# su trabajo y la sencillez de su lenguaje ha conquistado un importante puesto entre los cronistas de Indias.
J. Sapiña