Nació el 14 de diciembre de 1720 en Osnabrück (Hannover) y murió en la misma ciudad el 8 de enero de 1794. Pertenecía a una familia de la aristocracia culta y cursó sus estudios en Jena y Gotinga. Gracias al conocimiento de los moralistas franceses del siglo XVII y de Shaftesbury y Winckelmann, puro liberarse de las influencias de Voltaire, Rousseau y Montesquieu. Del mismo modo, en su obra de crítica alcanzó superar la poética ele Gottsched y otros para elevarse, en fin, al libre mundo poético de Cervantes, Shakespeare y Homero. Pero su evolución espiritual fue asimismo influida por sus actividades públicas de abogado y de administrador de su ciudad natal. Secretario, y más tarde «síndico» de la «Ritterschaft», la clase de los caballeros, llegó a ser, en 1747, «advocatus patriae», es decir, consejero legal del gobierno. A raíz de un conflicto entre la casa de Hannover y la corona de Inglaterra, marchó Möser a Londres, donde vivió desde septiembre de 1763 a abril de 1764. En la «capital de Europa» quedó impresionado por la «auténtica vida común» y las asociaciones artesanas y mercantiles.
Vuelto a su patria, fue refrendario del gobierno (1768) y administró el pequeño Estado durante unos veinte años. En la formación de su personalidad pesaron las ideas de la Ilustración, y la filosofía del sentimiento que floreció en Alemania a mediados del siglo XVIII. En las primeras obras, como La conversión en la vejez [Die Bekehrung im Alter, 1747] y Sobre el valor de las inclinaciones y pasiones bien reguladas [Uber den Werth wohlgewogener Neigungen und Leidenschaften, 1756], su ética y su psicología se mantienen todavía muy apegadas a las del Aufklärung. Ya en esta última, sin embargo, y más todavía en los artículos del Hannoverisches Wochenblatt, en las odas a la paz de Westfalia (1748) y en el drama Arminius (1749, v. Hermann), dirigidas contra el intelectualismo, aparece la nueva concepción de las «impresiones totales» como instrumento intuitivo de comprensión histórica. En la Lettre a, M. de Voltaire sur le caractére du Dr. Luther et sa Reformation (1750) Möser atribuye valor «político» a las pasiones; en los varios escritos referentes a Arlequín (1760-67) defiende lo grotesco y lo irracional y fantástico; en el Escrito al señor vicario saboyano para entregar al señor J.-J. Rousseau [Schreiben an der Herrn Vikar von Savoyen, abzugeben bei dem Herr J.-J. Rousseau, 1762-65] aduce una justificación social de la religión.
Su rebelión contra la Ilustración culmina en la célebre obra polémica dirigida a Federico el Grande, Sobre la lengua y la literatura alemanas [Uber die deutsche Sprache und Litteratur, 1780], en la que opone al «plano universal» de la «raison» el fenómeno histórico particular. Möser fundó en 1766 los Osnabrückische Intel– ligenzblátter, en los que publicó trescientos artículos que luego fueron reunidos en Fantasías ‘patrióticas (1774-85, v.). Fue en estos artículos que su estilo comenzó a tomar aquel «sabor de terruño» que se convirtió en la característica de su obra mayor.
E. Lepore