Nació en São Luis (Maranhão) en 1868, murió en Río de Janeiro en 1931. Expresó en su personalidad, contradictoria, pero atenta a cualquier tendencia nueva, todas las corrientes literarias de principios del siglo XX, desde el Modernismo hasta el Simbolismo, del que fue en el Brasil uno de los máximos exponentes. Estudiante de leyes en Recife, experimentó allí la influencia de Tobías Barreto.
Después de licenciarse, se trasladó a Río, donde pronto tomó contacto con la aristocracia intelectual del país que, en 1897, lo llamó a formar parte de la Academia Brasileña de Letras. Pero su verdadera consagración literaria deriva de la novela Canaã, de 1902, que puede considerarse como su obra maestra. Expone en ella el problema de la inmigración extranjera al Brasil, con la descripción de la vida que llevan en el estado de Espíritu Santo los inmigrantes alemanes, resultado del contacto de una superior cultura europea con seres primitivos, en el escenario de una naturaleza milagrosamente virgen, entendida líricamente como una fabulosa tierra de promisión. Habiendo entrado en la carrera diplomática, G. vivió muchos años en el extranjero, y en París pudo conocer de cerca el simbolismo francés.
Bajo su influencia, hizo representar en 1911 su drama simbolista Malazarte (1911), que constituyó un fracaso. En 1920 publicó un volumen de ensayos, A estetica da vida. De regreso al Brasil, tomó parte activa en la «semana de arte moderno» que tuvo lugar en São Paulo en 1922, y a partir de este momento mostró vivo interés por el modernismo, que discutió en sus trabajos O espirito moderno (1925), A viagem maravilhosa, novela (1929) y O meu próprio romance, memorias autobiográficas (1931).
L. Stegagno Picchio