Nació en Constantinopla en 1401 y murió en Corfú hacia 1477. Hijo de una familia noble y relacionada con la corte, acompañó a Juan Paleólogo al Peloponeso, donde permaneció algún tiempo junto al déspota de Mistra, Constantino Paleólogo, a cuyo servicio participó en varias expediciones (contra Esparta y Cilene, y luego Patras; en ésta vivió cautivo durante cierto período) y desempeñó misiones diplomáticas.
Durante el regreso fue capturado por unos piratas catalanes, quienes le pusieron en libertad a cambio de un fuerte rescate. En 1436 contrajo matrimonio en Constantinopla con la hija de Alejo Paleólogo, Elena, de la cual tuvo cuatro hijos, y fue siempre bien considerado por sus soberanos y ennoblecido con importantes cargos. Al ser conquistada Constantinopla, cayó prisionero de los turcos.
En 1454 pudo regresar al Peloponeso, donde entró al servicio del nuevo déspota de Mistra, Tomás. Ya cansado y víctima de graves sufrimientos morales y físicos, vistió el hábito monacal y adaptó el nuevo nombre de Gregorio. El año siguiente se trasladó a Corfú; exhortado por las personalidades locales a narrar los acontecimientos de los cuales había sido testigo o actor, compuso entonces la Crónica (v.), en la que figuran los hechos ocurridos entre 1258 y 1476, después de la caída de Constantinopla.
B. Lavagnini