Nació en Askola (Finlandia meridional) el 18 de octubre de 1869 y murió en Helsinki el 10 de agosto de 1913. Era hijo de campesinos, y al principio ejerció ocupaciones manuales. Durante dos años, de 1888 a 1890, frecuentó la escuela profesional de Jyväskylä, que dejó para emplearse en una editorial de Porvoo. En 1899, resuelto a no ser sino escritor, abandonó este empleo. Ferviente idealista, y al mismo tiempo, por razón de su origen, hombre de sentido práctico, trabajó activamente en favor del bienestar público mediante numerosos textos de divulgación y con el ejemplo. Su arte narrativo, si bien afectado por las intenciones moralizadoras, ofrece una áspera lozanía absolutamente espontánea.
La novela La canción de la flor escarlata (1905, v.) está llena de una profunda conciencia de comunión con la naturaleza. La extensa narración La lucha por el poder de Heikkilä [Taistelu Heikkilän talosta, 1907] ofrece un negro episodio de alcoholismo. Más equilibrada resulta la psicología de los personajes en la novela Los fugitivos (1908, v.). Linnankoski escribió también para el teatro; citemos aquí La lucha eterna [Ikuinen taistelu, 1903], obra en la que aparecen Caín y Abel, Las maldiciones [Kirot, 1907], drama alegórico sobre las condiciones políticas de la época, Sansón y Dalila [Simson ja Delila] y La hija de Jefté [Jeftan tytár], ambas obras de 1911. Su última producción fue el repertorio de cuentos Briznas [Sirpaleita, 1913].
R. Wis