Escritor uruguayo nació en Canelones en 1872 y murió en 1926. De familia rural, se crio en la estancia de sus padres, hizo los estudios de Medicina y se doctoró, mas no ejerció la profesión. Tomó parte en los sucesos de 1904 y tuvo que expatriarse a Buenos Aires. En diversas etapas de su vida tuvo que escribir para ganarse el sustento, y en sus últimos años ocupó un escaño en el Congreso de los Diputados. Más realista que naturalista y sin verdadera profundidad en el análisis psicológico de los personajes, pese a la influencia de Zola que él mismo proclama, es un excelente pintor literario de visión intensamente pesimista.
Su única novela larga, Gaucha (v.), no es lo mejor de su producción; son mejores sus cuentos (v. Cuentos gauchescos). Alberto Zum Felde lo considera «el pintor por excelencia de nuestra vida criolla», y Luis Alberto Sánchez lo llama «precursor de Horacio Quiroga». Además de la novela ya citada y de sus volúmenes de cuentos, publicó el ensayo polémico titulado Libro de combate (1905), las Crónicas de la revolución del Quebracho (en «La Época») y varias obras de teatro: La Nena, Puro Campo, La Marimacho, Pial de volcao, Los Chingólos, La Doctora y Al Truco. Sin llegar a la altura de Carlos Reyles y de Horacio Quiroga, es Javier de Viana un excelente cuentista uruguayo de lenguaje popular y tono pesimista, pintor realista de niveles sociales inferiores, con ribetes naturalistas y contactos con el modernismo.
J. Sapiña