Nació el 28 de junio de 1811 en Nagyajta y murió el 26 de marzo de 1875 en Kolozsvar. Fue obispo de los unitarios de Transilvania y miembro de la Academia de Ciencias húngara y de la Sociedad Kisfaludy. Cuando era estudiante de Teología vivió durante algunos años en el extranjero. En 1839 publicó el primer volumen de su almanaque literario Esperanza [Remény], en el que presentóse como feliz imitador de la canción popular. Ya desde su juventud se había manifestado ardiente investigador del rico patrimonio poético de su estirpe, los «székely» transilvanos, que, reunido por él en el volumen Rosas silvestres (1863, v.), ofrece un notable valor etnológico y artístico.
Con gran admiración fueron acogidas, singularmente, las antiguas baladas, hasta entonces desconocidas, por su ambiente trágico, el claroscuro inquietante del estilo y el procedimiento empleado en el desarrollo de acciones lúgubres a través de diálogos rápidos y agitados. Todo ello representa un conjunto de peculiaridades extrañamente emparentadas con las baladas populares escocesas. El descubrimiento de Kriza valióle de la crítica contemporánea el título de «Percy húngaro».
E. Várady