Vincas Krévé-Mickevichius

Escritor lituano. Nació el 19 de octubre de 1882 en Subartonys (Lituania del Sur). En 1954 vi­vía en Norteamérica. Vinculado por su ori­gen a dos culturas, empezó, desde sus años de liceo en Vilna y Kazán (Rusia), a osci­lar entre la tradición polaca y la lituana. Tras brillantes estudios de Filosofía, Litera­tura y Filología en las universidades de Kiev (1907), Lemberg (1908) y Viena (1908), enseñó Literatura rusa en Bakú. En el mo­mento de la proclamación de la indepen­dencia de Lituania, fue nombrado cónsul de este país en la mencionada ciudad; más tarde, después de la anexión de Adserbeiyán por la Unión Soviética, en 1920, re­gresó a Lituania y fue profesor de litera­turas eslavas en la Universidad de Kaunas (1922-39); luego pasó a la Universidad de Vilna (1940-44), recién fundada.

Fue el primer miembro de la Academia lituana de Ciencias y Bellas Artes. Huyó de su país al ser éste ocupado por la Unión Soviética, y en 1947 fue llamado a la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos). La persona­lidad de Krévé-Mickevichius es la de un poeta y un ob­servador. Ha conquistado reputación inter­nacional con sus colecciones que recogen la poesía popular de su país (v. Dainos), y como redactor jefe de la revista filoló­gica Tauta ir Zodis (1924-31). En Lituania su éxito se basa en una serie de dramas románticos: Sarunas, príncipe de Daivana (1923), Skirgaila (1925), En la ruta del des­tino (1929), La muerte de Mindangas (1935), y en sus evocaciones realistas de la vida campesina lituana: En los crepúsculos (1921) y Bajo el techo de paja (1922), en las que se revela un extraordinario psicólogo de los hombres sencillos de su patria, de aquellos «dzukai» con una concepción primitiva y panteísta de la vida.

Más tarde se orientó hacia temas orientales y bíblicos: Pequeños cuentos orientales (1930) es una colección de narraciones orientales transcritas en ver­sos lituanos; su última obra, El hijo del cielo y de la tierra (1949), narra la vida de los judíos bajo el reinado de Herodes Antipas; realista y a la vez simbolista, se trata de un libro lleno de frescor juvenil, aun cuando revele las huellas del escritor patriota obligado a vivir en el destierro.