Jan Kochanowski

Nació en Sycyna en 1530 y murió en Lublin el 22 de agosto de 1584. Frecuentó la Universidad de Cracovia, y luego marchó a Italia, donde, en la de Padua, completó los estudios humanísticos y mantuvo relaciones con Sigonio. Tras un período de alegre vida goliardesca pasó a Francia, país en el cual conoció a Ronsard y la poesía de «La Pléiade» y experimentó una misteriosa pasión hacia la marquesa de Aubusson, la Lydia de sus versos. Vuelto a la patria, fue secretario del rey Segis­mundo, a quien sirvió con la mayor fideli­dad, y participó en los acontecimientos históricos de aquellos años, el último de ellos la Unión de Lublin. El poeta se halla­ba entonces en el punto culminante de su carrera cortesana, y recibió el ofrecimiento de beneficios eclesiásticos, honores y cargos.

Sin embargo, prefirió retirarse a Czarnolas, el país de sus antepasados; casado con Do­rotea Podlodowska, a la cual dedicara sus más bellos versos de amor, disfrutó con ella de la serena existencia del señor rural en su hogar, animado por los huéspedes amigos, y prosiguió su labor de poeta, que había dado ya lugar a textos de naturaleza diversa: el pequeño poema El ajedrez [Szachy], la sátira La concordia [Zgoda], el poema El estandarte [Proporzec], la trage­dia El despido de los embajadores griegos (v.), y, singularmente, los Cantos [Piesni] y las Bagatelas [Fraszki]. La muerte de su hija Úrsula, empero, quebró su dicha; a ella dedicó el padre uno de los más her­mosos poemas de la literatura de Polonia, Trenos (v.), donde la dulce figura de la niña revive en la profunda aflicción pater­na. Kochanowski es considerado el padre de la poesía polaca, la cual, gracias a él, se elevó hasta los más altos niveles.

M. Bersano Begey