Robert Koch

Nació en Klausthal el 11 de diciembre de 1843 y murió en Baden-Baden el 27 de mayo de 1910. Obtenida en 1862 la graduación en Medicina en Gotinga, tras un breve período que pasó como auxiliar en el Hospital de Hamburgo dedicóse al ejercicio de la profesión médica en Hannover y Posnania. Nombrado médico del distrito de Wollstein (Posnania), vio atraídos singular­mente su atención y su interés por las do­lencias infecciosas, en particular por las septicemias, las infecciones de heridas, la peste bovina y la enfermedad del sueño. Inició entonces una serie de investigaciones bacteriológicas que andando el tiempo ha­brían de hacerle famoso, y no sólo por la importancia de sus descubrimientos sino también a causa de las notables mejoras por él introducidas en la técnica de la bacterio­logía, tan trascendentales que permiten considerar hasta cierto punto a Koch fundador de la misma.

La fama de sus estudios le llevó en 1880 a la dirección del laboratorio bacteriológico del Departamento Imperial de Higiene de Berlín. Libre de las preocu­paciones profesionales, pudo entregarse por completo a sus investigaciones, y concentró su atención particularmente sobre la tuber­culosis y el cólera. Los resultados de tal actividad no se hicieron esperar mucho: en 1882 el sabio descubrió el bacilo de la tuberculosis, que fue denominado «bacilo de Koch»; además, llevó a cabo importantes estudios respecto al cólera. En 1885 ocupó la cátedra de Higiene de la Universidad de Berlín; durante esta fase de labor universi­taria realizó el descubrimiento de un primer producto eficaz para la curación de la tuber­culosis: la tuberculina. Después de ello el gobierno imperial fundó especialmente para Koch un instituto destinado al estudio de las enfermedades infecciosas, con una clínica aneja, de cuyo establecimiento asumió la dirección el ilustre médico, que debido a ello abandonó la cátedra.

Allí realizó nume­rosas investigaciones, justamente célebres; entre ellas merecen ser destacadas, sobre todo, las referentes a la malaria. De sus obras citaremos Etiología de la esplenitis [Ätiologie der Milzbrandkrankheit] y Etio­logía de la tuberculosis (v.). En 1905, en el punto culminante de su notoriedad inter­nacional, Koch recibió el Premio Nobel.

G. Preti