Jacques Copeau

Escritor francés, co­mediógrafo y renovador del teatro. Nació en París el 4 de febrero de 1879, murió en Pemand Vergelesses (Cóte-d’Or) el 20 de octubre de 1949.

Muy pronto huérfano de padre, cursó con provecho los estudios secundarios y lue­go intentó varios oficios, hasta que decidió consagrarse a la crítica teatral. Desde los primeros años de nuestro siglo colaboró en l’Ermitage y sobre todo en La Grande Reime, en cuyas páginas fustigó sin piedad a los ídolos del día: Bataille, Berstein, etc.

Con Claudel, Gide y Schlumberger fundó la Nouvelle Revue Française, de la que fue secretario general (1909). En colaboración con Jacques Croué escribió en 1911 un dra­ma sacado de Los hermanos Karamazov (v.), que obtuvo un gran éxito.

Dos años más tarde fundó, con el apoyo de Gaston Galli­mard, el teatro del «Vieux Colombier», con la única finalidad de rendir culto a las obras maestras, combatir el mercantilismo y aplas­tar el mal teatro. Por el nuevo escenario desfilaron Shakespeare, Molière y Merimée, y entre los contemporáneos Thomas Heywood, Claudel, Gide, Romains, Ghéon, Vildrac, etc.

Este teatro nuevo respondía a una profunda necesidad y por ello obtuvo desde el primer momento el favor del público. Durante la primera Guerra Mundial, C. rea­lizará, a petición de Clemenceau, una gira por Norteamérica (1917).

Después de la gue­rra, fundó la escuela del «Vieux Colom­bier», en cuyo escenario presentó nuevos espectáculos, singularmente su Maison na­tal (1924). Dificultades materiales siempre crecientes le obligaron a cerrar el teatro el mismo año. Entonces abandonó París y tras­ladó su escuela a Borgoña, comarca natal del autor.

Convirtió sus alumnos en cómicos ambulantes, a los que dio el nombre de «Copiaus»; compañía animada de un espí­ritu medieval, que durante largo tiempo re­corrió Francia, e incluso Suiza y Bélgica. Desde mayo de 1940 a marzo del año si­guiente fue administrador de la Comedia Francesa.

Además de la ya mencionada Mai­son natal, C. ha dejado Critiques d’un autre temps (1924), Recuerdos del «Vieux Colom­bier» (1931, v.) y una vida de San Francisco de Asís titulada Le petit pauvre (1946). Gran animador y renovador del teatro francés, ha dejado el recuerdo de su nobleza per­sonal y de su devota fidelidad a un ideal artístico.

R. Purnal