(Conocido también con el nombre de Alhazen, que le dieron los escritores medievales y renacentistas). Nació en Basora hacia 965 y murió en El Cairo a fines de 1039. Vivió en Egipto, adonde, según se dice, fue llamado por uno de los califas fatimitas, por cuanto habría pretendido evitar, mediante una solución propia, los daños ocasionados por las inundaciones del Nilo; advertida la imposibilidad práctica de su proyecto, fingióse loco para eludir la ira del soberano. Dedicóse a las Matemáticas, la Física, la Astronomía, la Medicina y la Filosofía.
Son particularmente importantes sus estudios en el campo de la óptica. Refutó el error según el cual la visión sería debida a rayos emitidos por el ojo y aplicó las leyes de la refracción a la demostración de algunos fenómenos naturales. Compuso muchas obras — ciento treinta, se dice —, de las que, sin embargo, sólo dos fueron publicadas: Tesoro de óptica (v.) y otra conocida con el título latino, De crepuscolis et nubium ascensionibus, las dos ampliamente estudiadas en Europa hasta fines del siglo XVI.
G. Gentilli