Nació quizá en Viterbo (pero probablemente de origen sajón) hacia 1120, murió en la misma ciudad en 1191. Tenía apenas trece años cuando Lotario le llevó consigo a Alemania, donde lo confió a la escuela de Bamberg. En la corte de Conrado III desempeñó los cargos de capellán y notario, que conservó bajo sus sucesores Federico I y Enrique VI, al que debió ser muy leal, por cuanto además de recibir de él variadas misiones diplomáticas le siguió en casi todas sus expediciones.
Estuvo dos veces en Sicilia, tres en Provenza, una en España, a menudo en Francia y realizó cuarenta veces el viaje Alemania-Roma. En 1184 fue elevado a la sede episcopal de Viterbo. A pesar de su agitada vida, escribió mucho: el Speculum Regum, una árida historia en verso, especie de catálogo, desde el diluvio hasta Pi- pino; la Gesta Friderici (las hazañas de Federico desde 1162 a 1181), también en verso, y La memoria de los siglos (v.), rimada en parte, que va desde la Creación hasta 1186. Su obra más importante es el Panteón (v.), crónica compuesta sobre el modelo de la de Otón de Frisingen.