Seudónimo de Georges Moineaux, que nació el 25 de junio de 1858 en Tours y murió el mismo día y mes de 1929 en París.
De su padre, Jules, prolífico autor de comedias ligeras y libretos de opereta, recordado todavía por los Tribunaux comiques, recibió en gran parte la inclinación a la escena, donde con frecuencia pinta tristes y burlescos episodios de la pobre justicia humana.
Su breve servicio militar dio pie a las divertidas historias de cuartel, Les gaîtés de Vescadron (1886), Le 51ème Chasseurs (1887) y El tren de las 8,47 (v.). Empleado por algún tiempo en el Ministerio de Cultos, presentó la vida burocrática en Los de los manguitos (v.). Su conocimiento de mujeres y hombres le inspiró Las mujeres de amigos (v.) y Boubouroche (v.)
La comedia que modeló sobre esta narración (1893) le atrajo el aprecio de los literatos (Catulle Mendès habló incluso de Molière y Georges Danciin), en tanto que el gran público era conquistado por su divertida inspiración, inagotable y hábil en relatos incisivos y farsas.
Su gran éxito y su carácter de «autor alegre» ocultaron a muchos su verdadera índole de escritor de raza, auténtico representante, bajo formas nuevas, del antiguo ingenio galo. En el fondo alienta una amargura resignada y el convencimiento de que sólo «la insondable necedad de los hombres compensa su asombrosa malicia».
Dio fin a su actividad en 1912 con Las cabezas de chorlito (v.) y murió en París en 1929, ya miembro de la Academia Goncourt desde el año 1926.
V. Lugli