François-Auguste Choisy

Nació en Vitry- le-François (Champagne) en 1841, murió en París en 1909. Obtenido el título de inge­niero jefe, fue nombrado profesor de arqui­tectura en la «École des ponts et chausées». Dedicado a los estudios teóricos y a la in­vestigación histórica, desarrolló una asidua y original actividad en el campo de la ar­queología y de la historia de la arquitec­tura, aportando el tributo de su particular experiencia técnica Sus obras, de aguda exégesis estructural, contienen y las aclaran dibujos de gran simplicidad.

La posición intelectual de Choisy participa del clima posi­tivista que culmina en el funcionalismo tecnicista propio de aquella historiografía arquitectónica francesa que tiene sus defen­sores, además del mismo Choisy, en Eugéne Emmanuel Violet Le Duc y en Camille Enlart. Su obra más famoso es quizá L’art de batir chez les Romains (1873), que continúa siendo un ejemplo de análisis estático y de interpretación gráfica de la arquitectura antigua.

Con el mismo método e idéntica cla­ridad, Choisy publica más tarde L’art de bâtir chez les Byzantins (1883), ordenando en ella el material reunido durante una misión des­arrollada en los años 1875-76. El ciclo se completa con L’art de bâtir chez les Egyp­tiens (1904). Más importante que las obras citadas y de más vasto alcance, aunque quizá menos conocida, es la Historia de la arquitectura (v.), admirable síntesis de la formación, desarrollo y cambios de la está­tica y de sus reflejos formales.

Otras obras de Choisy tienen un tono estrictamente docu­mental o minuciosamente analítico: L’Asie Mineure et les Turcs en 1875 (1877), Le Sa­hara, souvenirs d’une mission à Goléah (1881), Études épigraphiques sur l’architec­ture grecque (1884). Después de la Historia de la arquitectura, la obra de mayor em­peño es la edición de los De architectura libri decem de Vitruvio, que — publicada en París por Lahure en 1909 — cierra la acti­vidad de Choisy.

Al texto de Vitruvio y. a su traducción francesa añadió Choisy dos volú­menes, uno de tablas interpretativas y otro de análisis, los cuales, después de cuatro siglos de comentarios a Vitruvio, ofrecen nuevos elementos para la comprensión del texto latino.

A. D. Pica