Nació en la Zarza, cerca de Trujillo, en Extremadura, probablemente en 1475, y murió en Lima el 26 de junio de 1541. Hijo de un noble y de una mujer de condición humilde, era, por parte de padre, lejano pariente de Hernán Cortés, y destinado, como éste, a conquistar un imperio inmenso, en América del Sur, el Perú. Abandonado por su padre, se crió en la miseria y sin la menor cultura. Se hizo soldado y pasó a la isla Española (después Santo Domingo) en tiempos del gobernador Ovando; más tarde, en 1509, marchó al Darién con Ojeda. A continuación militó a las órdenes de Vasco Núñez de Balboa, en la época de la exploración del istmo de Panamá, pero habiendo visto que las cosas no marchaban demasiado bien para su jefe, se apresuró a pasarse al bando del gobernador Pedrarias Dávila y, a las órdenes de éste, apresó a Balboa, quien fue decapitado.
Contaba casi cincuenta años cuando inició la empresa de conquistar Perú. En 1523 llegó a un acuerdo con Diego de Almagro, y en 1526 obtuvo del clérigo Hernán Luque la ayuda económica para la primera parte de la empresa. De vuelta a Panamá, después de las primeras exploraciones, pasó a España, donde en 1529 obtuvo del emperador Carlos V la autorización para la conquista de las tierras peruanas. A principios de 1530 emprendió el regreso a América con una bien equipada expedición y a fines del mismo año partió de Panamá con 3 naves, 180 hombres y 27 caballos, para conquistar el imperio de los Incas. En abril de 1531 llegaron los españoles a la vista de Túmbez, donde desembarcaron. A partir de aquel momento, aprovechando las discordias intestinas del imperio, se apoderó Pizarro del Estado, y cuando el emperador inca Huáscar fue asesinado a instigación de su hermano Atahualpa, se apoderó de éste ajusticiándolo poco después. El imperio incaico se derrumbó.
Sin embargo, no gozó Pizarro largo tiempo de su conquista ni de las cuantiosas riquezas adquiridas, porque habiendo estallado una cruenta discordia entre él y Almagro, y habiendo enviado contra éste a su hermano Hernando, quien lo venció y ajustició, fue a su vez muerto por los almagristas que invadieron su palacio (v. Verdadera relación de la conquista del Perú). Fue hombre de singulares dotes guerreras, de gran fuerza de ánimo y de voluntad indómita, extraordinariamente amado, al decir de los cronistas, por sus soldados y capitanes. Bajo su gobierno en el Perú se desarrollaron otras empresas favorecidas por él que llevaron a ulteriores exploraciones del inmenso territorio, en busca de los fantásticos imperios de la Canela y del Dorado. La Verdadera relación de la conquista del Perú fue escrita por dos secretarios de Pizarro y bajo su consejo y aprobación.
G. Bellini