Historiador armenio de fines del siglo V. Se ignoran el lugar y la fecha de su nacimiento. Su obra principal, Historia de San Vardan y de la guerra de los armenios contra los persas (v.), permite considerarle testigo ocular (como secretario o soldado del príncipe Vardán Mamikonian, según otras fuentes) de los hechos en ella referidos (primera mitad del siglo V) y encargado de su redacción por el sacerdote David Mamikonian.
De acuerdo con la tradición, fue discípulo de Sahak y Mesrop, y uno de los representantes más ilustres de la escuela de los «segundos traductores». No es seguro que haya de ser identificado con el Elíseo obispo de Amaduni que participó en el concilio nacional de Artashat celebrado en 449 contra Jezdgherd II, quien pretendía imponer el mazdeísmo a los armenios cristianos.
El historiador Tomás Arzruni (siglo X) nos informa de su retiro eremítico en Mok y de su relación, en el reinado de Peroz (457-484), con el sirio Barsauma, seguidor de Nestorio, el cual, leída su historia, parece haberla desfigurado sin que el autor, fallecido poco después, se percatase de ello.
Una tradición más moderna le hace pariente de Vardán y fija su patria en Ta- ron. Se dice que su muerte, ocurrida hacia 480 en la caverna de Reshtuni, adonde el eremita se trasladara desde Mok pára huir de la fama de santidad que le rodeaba, ‘estuvo acompañada de apariciones y prodigios. Hasta fines del siglo pasado no se inició el estudio crítico de estos datos tradicionales.
Un análisis interno de su obra permite creer que Eliseo debió utilizar la Historia de Armenia escrita en torno al 504 por Lázaro Párpense; la circunstancia de que este mismo cite como predecesores suyos únicamente a los historiadores Agatángelo y Fausto de Bizancio, y no a nuestro autor, acaba de confirmar dicho criterio.
Por ello algunos críticos (Külesserian, Daschian, Adontz) han retrotraído la existencia de Eliseo a los años finales del siglo V y los primeros del VI; otros la sitúan incluso en el VII (Kanayan, Khalathian, Akinian).
El último de estos tres ha formulado recientemente, fundándose en particular en las contradicciones advertidas entre Lázaro y Eliseo, la audaz hipótesis según la cual éste debió de tratar en su historia los acontecimientos del reinado de Cosroes I Anuscharvan (532- 579), singularmente la insurrección armenia de 572 y la guerra a que ello dio lugar (572-580), y el texto escrito por Eliseo durante la primera mitad del siglo VII acaso fue luego modificado y reconstituido por un autor anónimo, quien lo habría adaptado a la rebelión de Armenia y a la lucha de Vardán contra Jezdgherd (449-451), redacción que es posiblemente la llegada hasta nosotros.
Se atribuyen también a Eliseo (cfr. Kirakos, historiador armenio del siglo XIII) muchas otras obras de carácter ascético y religioso: Exhortaciones a los monjes, Comentarios a los libros de Josué y de los Jueces, Explicación del Padrenuestro, Tratado sobre los cánones eclesiásticos, Homilías acerca de la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesucristo y también dos oraciones para ser recitadas ante las tumbas de los sacerdotes.
H. Bolognesi