Éforo

Nació en Cumas, colonia eólica del Asia Menor, hacia el 400 a. de C. y vivió largo tiempo en Atenas, donde se cree que fue discípulo de Isócrates.

Según parece, éste debió de inducirle a dejar la política por la historia y creyó oportuno alentarle, como juzgó, por el contrario, conveniente reprimir los ímpetus de su otro discípulo Teopompo, también gran historiador del siglo IV.

Sus Historias (v.), en treinta libros, desprecian como fabuloso el período de las leyendas troyanas y empiezan a partir del regreso de los Heráclidas (invasión dórica), momento considerado por Éforo como la pri­mera fecha segura de la historia de Grecia; el texto en cuestión termina en 341-40, y su último libro, que relata los hechos ocurridos con posterioridad al 356, parece haber sido añadido por el hijo del autor, Demófilo.

Todo ello permite creer que É. debió de morir no mucho después del 340; entre otras cosas, sabemos que sus Historias fueron pu­blicadas póstumas y antes del 334. Imposi­ble resulta determinar la fecha de otros textos de nuestro autor, cuya existencia nos atestigua el Léxico (v.) de Guidas: un Re­lato de las cosas patrias, glorificación de la nativa Cumas, a la que Éforo manifestó siempre un exagerado apego patriotero, sólo equiva­lente a su entrañable admiración por Atenas y al gran interés que demostró hacia Tebas, ciudad hegemónica de Grecia en la época de su madurez; un escrito Sobre el estilo, y otro titulado Sobre los descubrimientos.

Con sus tendencias al moralismo y al bello estilo, como pueden vislumbrarse en par­ticular del sumario que de su obra nos dejó la Biblioteca histórica (v.) de Diodoro Sícu­lo, Éforo se revela temperamento ambiguo de retórico e historiador al mismo tiempo e inaugura la historiografía de carácter co­lorista correspondiente al helenismo, aun cuando, por otro lado, manifiesta ciertas intuiciones no despreciables y dignas de un verdadero cultivador de la historia.

E. Paratore