Édouard Dujardin

Nació en Saint-Gervais-la-Forêt (Loir-et-Cher) el 10 de octubre de 1861 y murió en París el 31 del mismo mes de 1949. Ensayista, poeta, dramaturgo y dis­cípulo y amigo de Mallarmé, ha sido una de las figuras más vivas del simbolismo.

Como musicógrafo, dedicóse a difundir a Wagner por Francia; así lo atestigua su Revue wagnérienne, fundada en 1885, en torno a la cual se reunieron Villiers de l’Isle – Adam, Schuré, Champfleury, Wyzewa, etc.

El año siguiente (1886) creó la Revue indépendante, y más tarde la Revue des idées (1904-13); en plena Guerra Euro­pea, finalmente, fundó los Cahiers idéalistes français (1917). Se le deben también una colección de trece cuentos fantásticos, Les hantises (1886), Comédie des amours (1891) y Mare magno (1921).

A su producción dra­mática pertenecen Antonia (1891) y Le che­valier du passé (1892). Cabe mencionar-to­davía una obra de elevada calidad: De Sté­phane Mallarmé au prophète Ézéchiél, essai d’une théorie du réalisme symbolique (1920). Sin embargo, el texto más audaz del autor fue, indudablemente, Les lauriers sont coupés (1887).

En esta novela utiliza procedi­mientos expresivos completamente nuevos que hasta cierto punto le convierten en pre­cursor de James Joyce; tal novedad llegaría a ser uno de los instrumentos de la literatura psicológica, el llamado «monólogo interior», denominación que el autor habría de emplear en un ensayo aparecido en 1931.

Finalmente, se dio a conocer como ensayista con obras acerca de la filosofía religiosa : La source du fleuve chrétien (1906), Le Dieu Jésus (1928), etcétera. Encargado de un curso de Historia de las religiones en la Sorbona, enseñó allí desde 1913 hasta 1922. Fue el fundador y pri­mer presidente de la Academia Mallarmé.

R. Purnal