Este nombre es cuanto ha llegado hasta nosotros con relación a los datos personales de un poeta alemán perteneciente a la primera mitad del siglo XIII, autor de poemas didácticos, parábolas, narraciones burlescas (la más célebre de ellas El cura Améis, v.), de una novela en verso, Daniel del valle florido [Daniel von dem blühenden Tal] y de Carlomagno (v.), reducción de la Canción de Rolando, de Konrad von Regensburg. Él mismo se llama Strickaere, nombre que indica su oficio de cordelero. Las repetidas censuras dirigidas por el autor a los caballeros —que según él desprecian a los burgueses y maltratan a los campesinos — y la predilección por algunos temas y determinadas expresiones permiten considerarle con certeza de origen burgués, aun cuando su cultura revele una evidente formación cortesana.
Varias referencias concretas a lugares y acontecimientos contenidas en sus obras parecen atestiguar que nuestro autor ejerció su arte en Austria; en cambio, ciertos detalles lingüísticos permiten hacer a Stricker natural de Franconia y creer que debió de residir largo tiempo en Baviera. Imprecisos resultan los límites cronológicos de su actividad poética. Diversas consideraciones sobre los puntos de contacto existentes entre sus obras menos maduras, Carlomagno y Daniel, y las de algunos otros autores de la primera mitad del siglo XIII, han inducido a fijar el año 1215 como «terminus post quem»; por otra parte, los amargos desahogos del poeta, ya anciano, dejan suponer que su muerte debió de ocurrir hacia 1250, cuando Stricker, cansado y disgustado de la decadente vida cortesana y de la transformación del gusto literario, se juzgaba ya un superviviente del buen arte antiguo.