Nació en 1845 y murió en 1875, era hijo del historiador Constantino, profesor en la Universidad de Atenas y autor de una monumental historia de la nación griega. En 1866 se licenció y ejerció de abogado; pero tenía buena preparación literaria y sentía la atracción de la poesía, a la que aportó el sentido de un pesimismo lúcidamente razonador y sincero. Más que por los poemas narrativos, inspirados en los mitos de Orfeo y de Pigmalión, su recuerdo vive por las composiciones líricas de los Suspiros (1866) y de Golondrinas (v. Poesías), cuyos versos figuran entre los más duraderos de cuantos haya producido el romanticismo de la escuela ateniense.
B. Lavagnini