Nació en Tournus (Saóne-et-Loire) el 1.° de abril de 1874 y murió en Ginebra el 16 del mismo mes de 1936. Fue uno de los principales críticos literarios franceses. Influyeron decisivamente en su formación las enseñanzas de Bergson, a las cuales cabe vincular su criterio de una crítica susceptible de unir la duración continua de la literatura con la intuición. En el curso de su juventud fue profesor de Filosofía en Lons-le-Saulnier, Carpentras y Draguignan. Cierta noche de 1896 enteróse, por casualidad, de que el concurso de elocuencia de la Academia Francesa tenía por tema la poesía de Ronsard; y, así, escribió de una vez veinte páginas, que, entregadas el día siguiente en el Palacio Mazarino, le valieron el premio de cuatro mil francos oro, que obtuvo junto con Devaux.
Luego de haber enseñado en Abbeville, Blois y Annecy, fue, entre 1919 y 1924, lector de francés de la Universidad de Upsala, en Suecia, y a partir de 1924, y hasta su muerte, desempeñó la cátedra de lengua y literatura francesas en Ginebra. Poseedor de una memoria y una cultura muy vastas, le ha sido reprochada cierta indulgencia en sus juicios críticos. Su labor comprende estudios sobre Mallarmé (1912), Valéry (1923), Stendhal (1931) y una Historia de la literatura francesa (1936, v.). Entre sus méritos figura la ampliación del campo de la crítica literaria, en el cual incluyó, siempre con notable competencia, la filosofía, la historia y la política. Indiferente a cuanto no estuviera relacionado con la vida del espíritu, gustó definirse «epicúreo activo», aficionado a sus libros con el mismo interés que un catador siente por sus toneles de vino.
De Thibaudet cabe mencionar, además, Trente ans de vie française (1920-24), Gustave Flaubert (1922), Intérieurs: Baudelaire, Fromentin, Amiel (1925), y Las ideas políticas de Francia (1932, v.).
L. Fuà