Nació el 13 de junio de 1508 en Siena y murió en la misma ciudad el 12 de marzo de 1578. Alcanzó en su ciudad natal, todavía muy joven, gran fama, hasta el punto de ser adscrito a la Academia de los «Intronati» con el seudónimo de «Stordito». Su comedia El amor constante (v.), imitada después por L. Le Jars en su Lucelle, fue estrenada en Siena, ante Carlos V, en 1536. En 1540 se encontraba Piccolomini en Padua, con Maggi y con Varchi, como miembro de la Academia de los «Infiammati» y como lector de filosofía moral en el Estudio de aquella ciudad. Vivió también en Roma durante algún tiempo. Ya anciano, se retiró a su nativa Siena, donde permaneció hasta que fue nombrado arzobispo de Patrás y coadjutor del arzobispo Francesco Bandini.
A su primera juventud pertenecen rimas de estilo petrarquesco y algunas cartas; en 1539 publicó Raffaella (v.), animado diálogo muy rico en sugerencias sobre las seducciones que las jóvenes esposas deben desplegar no sólo con respecto a sus maridos sino especialmente con respecto a los admiradores. Otras comedias suyas en prosa fueron Hortensio, imitada después en la Cinzia de G. Della Porta, y Alejandro (1543, v.) que recuerda a La Zíngara (v.) de Giancarli, obra bastante libre y despreocupada. Y a pesar de ello, Piccolomini supo ser rígido moralista en el tratadillo pedagógico Della istituzione morale y en los diez libros Della constituzione di tutta la vita dell’uomo nato nobile (1543) dedicados a Laudamia Fortiguerri. Siguiendo la parábola de los tiempos, pasó del aristotelismo laico al piadoso, dejando perdurable huella de esta conversión en las Annotazioni alia «Poética» di Aristotele (1575), que constituyen una rigurosa antítesis de las observaciones polémicas de Castelvetro.
A. Altamura