Zar Saltan, Alejandro Pushkin

[Skaka o čare Saltane]. Cuento en verso del escritor ruso Alejandro Pushkin (Aleksander Sergeevič Puškin, 1799-1837). Tres hermanas se divierten en expresar deseos. Si yo fuera reina, dice la primera, daría una fiesta para toda la tierra. La segunda: yo, en mi oficio, tejería la tela para todo el mundo. Por mi parte, dice la tercera hermana, daría a mi zar un hermoso caballero por hijo.

A estas palabras aparece el zar y toma por esposa a la tercera de las hermanas, haciendo de las otras dos una cocinera y una tejedora. Estalla la guerra y, durante la ausencia del zar, la reina da a luz un hijo. Pero las otras dos hermanas, celosas, despachan un correo al zar notifi­cándole que ha tenido por hijo un monstruo horrible e informe. El rey responde que se espere a su regreso, pero las dos hermanas falsean el mensaje y ordenan que la reina sea arrojada al mar con su hijo. Los infor­tunados son salvados por milagro y, después de múltiples peripecias, preservados por la protección de un cisne mágico, alcanzan una isla en la que hay una bella ciudad, donde el zarevitz es consagrado príncipe Gvidon.

A pesar de los esfuerzos de las dos malvadas hermanas, el zar decide un día abordar la isla maravillosa en que reina el príncipe Gvidon. Saltán, loco de alegría, vuelve a encontrar a su mujer y a su hijo; hasta tal punto es dichoso que otorga gracia a las intrigantes… Durante su exilio en Mikhailovskoe, Pushkin se dedicó a escuchar los relatos populares de su vieja sirvienta, que aprovechó, más tarde, en el Zar Saltán.