Novela de Pío Baroja (1872-1956). Con La casa de Aizgorri (v.) y El Mayorazgo de Labraz (v.), Zalacaín el Aventurero constituye la trilogía novelística del País Vasco. Se la considera como una de las más bellas novelas del autor.
La vida de Zalacaín está llena de riesgo y de poesía, de heroísmo y de ternura. Martín Zalacaín es un niño grande que vive en el País Vasco de las guerras carlistas, de las tradicionales leyendas, de la realidad y de la fantasía. Zalacaín parece un héroe clásico luchando contra la adversidad y el destino. Tres mujeres hay en su vida, que simbolizan la pasión, la dulzura y la firmeza. Él las ama a las tres, aunque sólo se case con una, la de su misma tierra. Pequeño y desvalido, su escuela verdadera, o la única, es la vida: la miserable vida de un rincón medieval por el que cruza el estremecimiento bélico de una cruenta contienda civil. Crece junto a un viejo pariente cargado de malicias y de bondad para con él; lucha, desde la infancia, contra todos y contra todo. En realidad, cuando crece y se alista en las filas carlistas, Zalacaín no toma partido por nadie verdaderamente.
Su esfuerzo se encamina a vencer por vencer: circunstancias, hombres, amor, adversidades. Va y viene a pie, a caballo, en diligencia; solo, con amigos, con mujeres. Lucha y cae porque sí. Una fuerza joven, un hombre que ha nacido para héroe de todas las cosas que pudiera soslayar un hombre prudente.
C. Conde