[Zekharja (El Señor recuerda o hijo de Berekhjah)]. Hijo de ’Iddō, profeta bíblico, coetáneo del profeta Ageo, Zacarías desplegó su actividad profética hacia los años 520-518 (a. de C.). El libro de Zacarías se divide en dos partes.
La primera (1-9) contiene en el proemio una exhortación a la conversión (1); ocho visiones nocturnas (1-6): el varón entre los mirtos; cuatro cuernos y cuatro carpinteros; el ángel con la cuerda de medir; el sumo sacerdote Josué; el candelabro de oro y junto a él dos olivos; un rollo volante; una mujer sobre el ánfora; cuatro carros entre dos montes. La segunda parte (9-14) : Dios, a pesar de los pecados del pueblo, no ha olvidado la antigua alianza. Concederá salvación a una parte de los hombres a la que no pertenecen los pecadores (idea expresada por Isaías y que revive en el esplendor de las parábolas de Jesús).
Ya limpio de toda culpa, Israel recibirá de Dios un espíritu de gracia y de oración y llorando acudirá hacia «Aquel a quien han traspasado». Jerusalén, a donde el Mesías irá con humildes apariencias — pobre y montado en un asno — a inaugurar su reinado, será una ciudad elegida de Dios, restaurada y floreciente, ciudad santa de la verdad, rebosante de habitantes longevos y temidos por sus enemigos. El libro de Zacarías es definido por San Jerónimo: «Obscurissimus líber Zachariae prophetae et inter duodecim longissimus». Sigue ofreciendo muchas dificultades no resueltas todavía; la principal es la siguiente: los capítulos 1-8 son considerados casi unánimemente obra de Zacarías; en el siglo XVII surgieron dudas en torno a los capítulos 9-14. Se comenzó a hablar del Deutero y del Triterò Zacarías, pertenecientes a la época de los Seleúcidas.
Hay quien atribuye los 9-11 al 740 (a. de C.) y los 12-14 al siglo IV-III (a. de C.). La tradición hebraica es la de la Iglesia; los manuscritos hebreos de la Biblia (v.) y la versión de- los Setenta hablan en favor de la unidad del libro. Según A. van Hoonacker las diferencias entre las dos partes no son tales que justifiquen su atribución a dos autores. Con el Zacarías profeta no hay que confundir el Zacarías mencionado en el Evangelio de San Mateo, 23, 25.
E. Zolli