[Vecchie Catene]. Novela de Neera (Anna Radius – Zuccari, 1846-1918), publicada en 1878. Cristina, que había quedado viuda siendo muy joven, se retira al campo en la «villa» perteneciente a una sobrinita huérfana, que se halla en el colegio.
Allí conoce y se enamora de Luigi, joven pobre, sobrino del párroco. Con ayuda de Cristina, Luigi se crea una excelente posición. Pasan diez años: aquella mujer conoce ya que envejece, y teme ver escapar el amor de Luigi. Por ello le ofrece por esposa a su sobrina, que apenas acaba de salir del colegio, esperando que la comparación entre la muchacha insignificante e inexperta, y ella, bella todavía aunque madura, se vuelva toda en su ventaja. Pero, por el contrario, la muchacha le lleva ventaja no sólo en cuanto a los sentidos, sino en cuanto al espíritu de su esposo inútilmente sujeto a la cadena de autoridad y religión con que su antigua amante quiere tenerle atado. El nacimiento de un niño une más todavía a los dos jóvenes esposos.
Al ver fracasados sus planes, Cristina se vale, ahora, de la simpatía de un amigo de Luigi hacia su sobrina, para acusarla abierta y vulgarmente ante su marido. Pero el efecto producido es contrario; él, después de aquello, se siente ya liberado del poder de aquella mujer. Con todo, el esposo necesita cerciorarse de si su mujer corresponde, aunque sea en lo más íntimo, al sentimiento suscitado en el ánimo de su amigo, pero he aquí que el propio amigo viene a anunciar su partida, porque ama a aquella mujer, que no sabe nada ni ha de sospechar nada de sus ocultos sentimientos, y todo acaba de la mejor manera, puesto que también Cristina se resigna y acepta convertirse en esposa de un antiguo adorador suyo.
Esta novela, que tuvo buen éxito sobre todo entre el público femenino, revela hoy su superficialidad y su tono artificioso, ya en el estilo, ya en su desarrollo; la representación de sus tipos, algo convencional, tiene un carácter de desenvoltura afectado, muy alejado de la conmovedora naturaleza que se halla en Teresa (v.) y en las mejores obras de Neera.
M. Vinciguerra