[Vita et Passio S. Christofori]. Composición escolástica de Walther (hacia 965 – hacia 1030), discípulo de Balderico, después maestro y quizá también obispo de Espira. El tema había sido tratado anteriormente en verso por Hazecha, también discípula de Balderico, pero habiéndose perdido este trabajo, el docto obispo encargó a Walther que rehiciera el argumento en verso y en prosa, según los modelos estilísticos de’ Virgilio y Cicerón.
La redacción poética (mil setecientos y un hexámetros) consta de seis libros, precedidos de un prólogo dedicado al maestro y de un prefacio dirigido al lector. El primer libro, de doscientos setenta y un versos, completamente extraño al resto de la obra, presenta un contenido e interés peculiares. Su título es: Del estudio del poeta o Escolástica [Liber de Studio Poetae, qui et Scholasticus] y traza el «curriculum» completo de la educación de Walther: tres años de propedéutica y ocho de estudios superiores en la escuela episcopal de Espira, donde tuvo su origen este trabajo literario, prueba final de la erudición allí adquirida. Da noticias preciosas sobre los autores leídos, sobre las materias enseñadas y, en fin, sobre la cultura y tradición escolásticas del siglo X. Habiendo ingresado (según especifica en el prólogo de la prosa) a los siete años en el «gymnasium» o escuela elemental, para aprender a leer y escribir, pasó Walther a los diez a la escuela superior, en donde estudió durante dos años «psalmodia» y «Terpsícore», es decir, canto coral y servicio ritual litúrgico, probablemente.
A los doce años acometió el estudio de las artes liberales, especialmente de la gramática, acompañado por el de la mitología y por la lectura progresiva de los poetas clásicos. Se leía el Homero latino, Marciano Capella, Horacio, Persio, Juvenal, Boecio, Estacio, Terencio, Lucano, y las obras completas de Virgilio, dedicando particular interés a la métrica y al ejercicio de la versificación. A estos estudios gramaticales, que duraban cuatro años, seguían otros, durante dos años, de las artes del trivio y del quadrivio: el texto principal para la filosofía era la «Isagoge» de Porfirio según la versión de Boecio; para la retórica, Cicerón; para la aritmética, Boecio; para la geometría, el sexto libro de Marciano Capella; para la música, Boecio también. Por último llegaba al estudio de la astronomía. Con el segundo libro se inicia propiamente la narración verídica y real de las maravillosas empresas de San Cristóbal, el héroe cananeo.
Rèprobo, milagrosamente llamado a la fe católica y destinado al martirio, esta narración está considerada como la más antigua elaboración poética de esta popular leyenda y que abarca los restantes libros de la obra, terminándose en la conversión del rey Dagno, feroz perseguidor del santo. La redacción en prosa de este mismo asunto comprende un prólogo en homenaje a Balderico y veintinueve capítulos, en un estilo franco, sencillo y elegante, de los más notables de su siglo, exento de preciosismos literarios, de rebuscamientos, de oscuridades poéticas, tales como el uso muy patente de la rima leonina y la ostentación abrumadora y artificiosa de palabras griegas. El poema de Walther de Espira revela, sin embargo, una perfecta técnica formal, que la lectura de los antiguos poetas paganos y cristianos había dado al escolar de dieciocho años.
G. Billanovich