[Vita Sancti Martini]. Obra hagiográfica a la que Sulpicio Severo (360-420), escritor de Aquitania, debe su fama. San Martín, ilustre obispo de Tours, había ejercido una gran influencia sobre Sulpicio y le había alentado a seguir su vocación, interrumpiendo su brillante carrera jurídica para retirarse a la vida ascética.
Sulpicio sintió hacia él una especial veneración y, después de su muerte, acaecida entre 397 y 400, publicó la Vida, escrita seguramente algún tiempo antes. Martín, nacido en Panonia, después de haber seguido en contra de su voluntad la carrera militar, la había abandonado en tiempos de Juliano, y bajo la dirección de San Hilario, había sido iniciado en la vida monástica. Elegido obispo por su virtud milagrosa, demostrada en muchas ocasiones, había desempeñado santamente su cargo, convirtiendo a gran número de paganos, luchando contra toda clase de tentaciones diabólicas y llevando a cabo multitud de milagros. En la Vida de San Martín, Sulpicio revela las mismas cualidades de escritor y narrador que aparecen en su Crómica (v.); las reminiscencias clásicas de Terencio, Horacio, Virgilio, Estacio, Apuleyo y Cicerón, son muy frecuentes y el propio autor reconoce, excusándose de ello en el prólogo dirigido a su hermano, la base clásica de su cultura.
Los milagros y toda la vida del Santo están narrados de una manera viva y flexible, con el calor de una plena convicción, en una forma siempre sobria y agradable, interrumpida a veces por rasgos irónicos y satíricos. La popularidad de esta Vida fue grandísima; no sólo sirvió de modelo a los escritores hagiográficos como S. Paulino de Nola, S. Hilario de Arlés, Uranio, S. Gregorio de Tours, etc., sino que fue conocidísima durante el Medioveo y también durante la Edad Moderna, a la que ha llegado a través de numerosos manuscritos.
E. Pasini