Novela del escritor noruego Knut Hamsun (1859-1952), publicada en 1898. Es la historia de un amor destinado desde el principio a la renuncia. Victoria es hija de nobles y Juan es hijo del molinero de las propiedades del padre de Victoria. El molino no está lejos del castillo; y jugando por los bosques, repetidas veces se encuentran los muchachos y juegan juntos. La pequeña condesita es fina y bella.
Juan la admira, la ama, sueña con ella. Los sueños infantiles crecen en él y por todas partes le acompañan. En los largos años de estudio lejos del molino y del castillo de Victoria, piensa en ella, y todas sus poesías son para la pequeña hada de sus sueños. Pero cuando vuelve al pueblo para pasar las vacaciones, Victoria se ha convertido en una señorita y tampoco Juan es el muchacho descalzo de antaño. Sus encuentros en el bosque son ahora breves, la atmósfera está llena de sentimientos reprimidos. Los años pasan. Los dos jóvenes se encuentran de nuevo en la ciudad, Juan es un escritor conocido y Victoria una dama que frecuenta la sociedad. Pero en sus corazones se conservan vivos los sueños juveniles; y en un impulso irresistible se confiesan su amor. Pero la vacilación de Victoria hiere el orgullo de Juan. Se enfrasca en el trabajo, trata de olvidarla. Viaja por el extranjero: a la vuelta, halla a Victoria prometida con un oficial de familia rica.
Éste perece durante una cacería, y Juan, que no piensa en el matrimonio con Victoria, se promete con una muchacha a la que ha salvado la vida. La fiesta del compromiso de Victoria ha sido el último encuentro de los jóvenes. Herida en lo profundo, no por la muerte de su prometido, sino por la aparente indiferencia dé Juan, ella se marchita. Su salud decae y apenas cumplidos los veinte años, muere tísica. La misma tarde de su muerte Juan recibe una carta de Victoria: esta carta es la suprema confesión de su vida, de su profundo amor, con palabras humildes y apasionadas. (Premio Nobel en 1920.)
C. Schick