Colección de poesías del escritor y poeta cubano José Martí (1853-1895), publicada en Nueva York en 1891. Martí, que con Sarmiento forma la pareja de las más ricas y cumplidas personalidades hispanoamericanas de su época, concibe la poesía como forma y accesorio de la acción.
Ninguna separación en él entre el poeta y el hombre con sus pasiones, sus ideales de justicia y de libertad, a los cuales ofreció finalmente el holocausto de su vida (pues, en efecto, murió combatiendo contra los españoles por la independencia de su tierra). Esta poetización de su propia experiencia personal está ya en las poesías inspiradas en la muerte de su hijo «Ismaelillo» (1882), donde canta un dolor que es, sin embargo, fe en la vida. La segunda colección Versos sencillos es la efusión de una sensibilidad romántica que la vida siente y predica como misión y como fe.
El poeta se muestra ora recluido en sus tristezas («Los zapaticos de rosa»), ora vibrante de mística comunión con la naturaleza («Duermo en mi cama de roca»), ora nostálgico y sentimental («Entró la niña en el bosque»), ora abierto a los vientos del espíritu («Yo vengo de todas partes»), ora profeta de su muerte, pero lleno de fe en su ideal («Yo quiero cuando me muera/sin patria, pero sin amo/tener en mi losa un ramo/de flores y una bandera»). Sus metros son los tradicionales: versos breves, de rima rica, o armonizados con tacto; pero su invención verbal recorre los más varios registros con una maestría que admiró Rubén Darío.