[Nebeneinander]. Pieza teatral en cinco actos de Georg Kaiser (1878-1945), estrenada y publicada en 1923. Obra típica del gran escritor «expresionista» alemán, este drama subtitulado «popular» ilustra una de las ideas en que más a menudo se inspiran las obras de Georg Kaiser; la soledad humana, la incomunicabilidad de los seres que viven «uno junto al otro», paralelamente, sin poder encontrarse, sin poder hacerse recíprocamente nada que les sirva de alivio en el dolor de vivir.
Se trata de la aventura de un ropavejero, dedicado al préstamo sobré ropas y al alquiler de vestidos, que un día descubre en el bolsillo de un traje que le acaban de traer, una carta que el portador de la prenda olvidó echar al correo; de resultas de este olvido, la mujer a quien iba destinada la misiva se creerá olvidada del hombre a quien ama y se matará, como así amenaza con hacerlo si él no le escribe. La lectura de la carta impresiona al prestamista sumiéndole en gran perplejidad. Ignora el nombre del hombre a quien alquiló el traje y el de la mujer a quien va destinada la carta; el sentido común le aconseja desentenderse del insoluble asunto, pero un sentimiento más fuerte le hace ver la terrible responsabilidad que puede pesar sobre él si sobreviene la desgracia y le dicta el deber de encontrar, a toda costa y contra todos los obstáculos, a la mujer o al hombre, a fin de reparar el olvido de éste. Apoyándose en minúsculos indicios, parte en busca de ambos personajes por la gran ciudad, donde se codean millones de seres indiferentes.
Todos cuantos trata de interesar con su historia le rechazan o se burlan de él, lo que no impide que siga sintiendo sobre sus espaldas la terrible responsabilidad de la desgracia, que él solo puede impedir si llega a tiempo. El drama de Georg Kaiser nos muestra el desenvolvimiento de las existencias paralelas a través de las cuales corre ansiosamente, como la lanzadera en la trama, el pobre prestamista, afanado por hacer llegar a tiempo su mensaje. A este fin, lo abandonará todo y se encontrará arruinado y deshecho a consecuencia de su frenética búsqueda. Abocado por la fatalidad (esa fatalidad que tan destacado papel juega en todo el teatro de Georg Kaiser y sobre todo en sus Dramas griegos) a complicaciones en las que no está directamente interesado y a cuya solución sólo le empuja un simple sentimiento de «solidaridad humana», el desdichado prestamista se revelará la única víctima de la aventura. El destino de los personajes ligados de un modo directo al asunto de la carta, nada sufrirá por este olvido.
La busca azarosa y jadeante a la que el prestamista se entrega habrá sido, pues, en vano, sin objeto.; mejor dicho, sólo habrá traído como consecuencia este resultado: alzar a un ser anónimo hasta las cimas del sacrificio donde, si queda destruido materialmente, realiza espiritualmente su destino. Este drama, escrito en un estilo cortado y convulsivo, cuajado de destellos, relampagueante, es uno de los mejores de Georg Kaiser y de los más representativos de su estética, ética y técnica teatral.