[Soldiers three]. Ocho cuentos de Rudyard Kipling (1865-1936), publicados en Allahabad en 1888. Continúan en la forma, el ambiente y los personajes, los Cuentos simples de las colinas (v.) y son unas de las más bellas páginas de Kipling.
Los tres soldados son Terence Mulvaney, irlandés; Stanley Ortheris, del Yorkshire, y John Learoyd, de Londres, que pertenecen al mismo regimiento; tres grandes amigos tanto en la buena como en la mala fortuna, que en sus terribles dialectos, mezclados con palabras indias y de la jerga militar, cuentan hechos, anécdotas y aventuras de su vida colonial. Ora es Mulvaney que, por el honor de su regimiento, impide la proyectada fuga de la hija del coronel con el capitán de su compañía; ora son los tres soldados que venden por trescientas rupias a la señora De Sussa un perro bastardo haciéndolo pasar por un foxterrier; otra vez el inmortal Mulvaney, que corre a ayudar a un oficialillo novel, y que al final se da cuenta de que éste sabe muy bien salir del paso por su cuenta; otra vez el mismo Mulvaney va a cortejar a la joven esposa de su sargento y se encuentra delante de un fantasma. Los cuentos mejores son, empero, «Con la guardia principal», que contiene una magnífica descripción de un choque entre ingleses y rebeldes, y el último, «Sólo un subalterno», en que un joven oficial se prodiga para asistir a sus soldados afectados por una epidemia, hasta que él mismo cae víctima del mal.
Los personajes de Kipling, quizás más típicos que verdaderos, quieren representar el inconfundible espíritu del colonialismo militar inglés; en algunos cuentos su humorismo brota chispeante de la situación, los personajes y su jerga, mientras en otros se respira el aire cálido e indolente, a veces trágico, de la vida de guarnición en la India tropical. (Premio Nobel 1907.)
L. S. Filippi