[Théâtre en liberté]. Colección dramática de Victor Hugo (1802-1885), publicada póstuma en 1886. Son breves acciones dramáticas en verso, en las que el autor trabajó a intervalos, durante un largo período de su vida, dejándolas en buena parte incompletas o fragmentarias.
Él mismo las juzgaba únicamente representabas en el teatro ideal de la libre fantasía, y, en efecto, sólo dos (La grand’mère y Mangeront-ils?) hicieron el ensayo de las candilejas. Son diversas por el argumento y por el tono. Unas veces sirve la acción de elocuente pretexto para efusiones sobre temas predilectos del autor, el amor (Être aimé, Sur la lisière d’un bois), la libertad, la naturaleza, la religión; otras se concentra en ágiles paradojas o en vivaces puntos epigramáticos. Les gueux y Le spleen esbozan una galería de bufones filósofos o de pensadores bufones, más ricos en alegría que en escrúpulos, que tienen una cierta afinidad con don César de Ruy Blas (v.). Se relaciona, en cambio, con los Castigos (v.) y con la Leyenda de los siglos (v.), L’épée, escenas épicas y feroces que tienen por fondo la Dalmacia del siglo XIII y que representan la rebelión, ante los abusos del tirano, de un joven hijo de un insurgente, pero educado por su abuelo en el religioso respeto hacia el poder constituido.
La grand’mère es la victoria de la gracia y de la inocencia de tres niños sobre el ánimo soberbio de la abuela, que arde en odio contra la nuera y contra el hijo rebelde por amor; Mangeront-ils? es una comedia entre filosófica e irónica, rica en sugestivas descripciones, que tiene lugar entre las ruinas de un claustro, donde dos amantes, asediados por los celos del rey, morirían de hambre si no fuera por la astucia bufonesca de un bandido magnánimo y grandilocuente. La forêt mouillée es una fantasía inspirada en el mundo fabuloso de las comedias shakespearianas: ramas, flores, insectos, pedruscos, todos los múltiples habitantes del bosque, susurran y cantan, formando el marco viviente de un amor humano que se desenvuelve entre ellos. La rica vena de inspirada alegría, de extravagancia y capricho que serpentea por toda la colección constituye su carácter más sobresaliente, junto con las magníficas dotes de fantasía y de elocuencia y con los graves defectos de énfasis y de desproporción que se dejan sentir en toda la obra de Hugo.
E. C. Valla