Sociedad y Soledad, Ralph Waldo Emerson

[Society and solitude]. Título de algunos Ensayos (v.) del escritor norteamericano Ralph Waldo Emerson (1803-1882). Publicados en 1870, constituyen su última obra. Son escritos de temas diversos, aunque todos inspirados en el motivo único y fundamental de la obra de Emerson: la exhortación a que se permita a la personalidad e individualidad humana afirmarse con confianza y de una manera espontánea, ya que por su natura­leza se dirige hacia el bien y lo positivo, puesto que tiene en sí una centella de lo universal. En «Sociedad y soledad», que da el título a la obra, al dilema de la elección entre una soledad que empobrece al hombre, despojándole de aquel contacto y consentimiento que le empujan a la acción, y una sociabilidad que fácilmente degenera en el ocio y la dispersión, se con­testa que el hombre hallará la solución en la salud de la mente y la integridad de los principios que, elaborados en nuestro interior, encontrarán en la sociedad el na­tural complemento y el terreno donde afirmarse.

En «Civilización» [«Civilisation»], como único criterio de medida de toda civilización en los varios pueblos se indica el tipo de hombre que ella produce; no, por tanto, el número de habitantes, la prospe­ridad, la riqueza de una nación, sino el progreso intelectual y moral, para cuya di­fusión el progreso técnico no es más que un instrumento. Las bases de la civiliza­ción serán la moralidad, justicia y libertad. En «Vida doméstica» [«Domestic Life»] se considera el hogar y la vida familiar como expresión de la personalidad moral y del individuo; como tal no tendría que ofre­cer, como en la mayoría de los casos, sola­mente un mayor o menor grado de como­didad o dignidad burguesa, sino ser un centro acogedor y abierto a la verdadera hospitalidad y simpatía humanas, un testi­monio de los gustos y actitudes intelectua­les de quien lo habita. En éstos como en los otros ensayos sobre «El Arte», la «Elo­cuencia», la «Agricultura», «Las obras y los días», los «Libros», los «Clubs», el «Éxito» y la «Vejez», aun cuando el contenido teó­rico y la indagación moral pecan de una cierta generalización y abstracción, propia de la forma mental de Emerson, ofrecen sin embargo la solidez y la fuerza persuasiva de un impulso moral franco y elevado y, en el estilo, además de la elocuencia, que es a veces hasta demasiado brillante y senten­ciosa, riqueza de toques felices y finas ob­servaciones psicológicas.

E. C. Croce