[Delle rivoluzioni d’ltalia]. Obra histórica de Carlo Denina (1731-1813), publicada durante los años comprendidos entre 1769 y 1772. La primera edición constaba de tres volúmenes de 24 libros que comprendían la historia de Italia desde la época etrusca hasta la Paz de Utrecht, con una indicación esquemática de la historia antigua.
A la segunda edición (fechada en 1791) se le añadió otro libro titulado «Historia moderna», que incluye los acontecimientos que van desde la Paz de Utrecht hasta 1792. En la última edición hecha en Venecia en 1793 el autor añadió varias notas y correcciones. Con el título Delle rivoluzioni d’ltalia, Denina quiso dar a entender las directrices de su método, que tenía el propósito de presentar, sobre la base de una documentación completa, la evolución de los principios políticos dentro de la historia de Italia. Basándose en los Anales de Italia (v.) y en Rerum italicarum scriptores (v.) de Muratori, citados profusamente en el texto, el autor indaga e ilustra, guiado en su selección por su espíritu «ilustrado» y enciclopedista, los diversos momentos de la historia italiana en los distintos estados y diferentes . aspectos de la vida, religiosos, políticos, culturales y económicos.
En el curso de la obra cita constantemente la idea de Maquiavelo sobre la decadencia política del Renacimiento causada en parte por la corrupción eclesiástica, y pone de relieve la continuidad del espíritu sectario y partidista que desde las primeras guerras de los pueblos itálicos contra Roma pasó a las repúblicas medievales, en las que vino a consolidarse la voluntad popular, consiguiendo algunas veces excluir completamente del gobierno a los nobles y a los emperadores germánicos. Denina coloca la historia de Italia en el cuadro general de la historia europea; esta complejidad de su visión da a la obra vida e interés, la mantiene a una equilibrada distancia no sólo de los excesos teóricos, sino también de la erudición pedante. El gran éxito de este libro provocó la envidia y la malevolencia de sus contemporáneos, que intentaron desacreditar a Denina ante el rey Carlos Manuel presentándolo como un innovador peligroso. Se dice que a estas acusaciones el rey contestó: «Prefiero los ingenios modernos a los viejos pedantes» [«Amo piü gli ingegni moderni que i vecchi pedanti»].
En realidad, a los enemigos de Denina no se les había escapado el espíritu reformador que respiraba la obra, que especialmente en su última parte inspiraba al autor la comparación entre las mejores condiciones de Italia anteriores a la Paz de Utrecht y las peores que se habían formado después, causadas no sólo por la vida inútil y corrompida de la nobleza, sino también por los desórdenes de todo género y por el excesivo número de eclesiásticos ociosos e intrigantes que oprimían la vida social y política.
S. Spellanzon