Pequeño poema del poeta argentino Rafael Obligado (1851-1920), publicado en las Poesías (primera edición, Buenos Aires, 1885), considerado generalmente como su obra maestra.
Santos Vega es un juglar («payador») cuyo nombre aparece en un canto popular argentino que Obligado pone al frente de su poema: «Santos Vega el payador / fue notable por su fama: / murió cantando su amor / como el pájaro en la rama». Del legendario «payador» hace el poeta argentino una especie de numen popular de la pampa. Santos Vega vive del amor y de las canciones en la campiña argentina, pero cuando llega la hora de luchar por la independencia, se convierte en el «Tirteo» de los gauchos, a los que anima a la guerra santa: divinidad canora, Santos Vega no puede morir, y cuando, derrotado por el diablo en una competición poética, ya que el demonio era quien únicamente podía cantar de manera más dulce que él, muere corporalmente, su espíritu continúa vagando por la pampa, en busca de una guitarra abandonada con la que acompañar sus canciones.
El poema presenta la forma de una larga balada romántica, pero un detenido examen de sus elementos nos permite ver hasta qué punto el autor había logrado atesorar experiencias poéticas posteriores al romanticismo: el único defecto de la composición es una cierta nebulosidad que envuelve los episodios, ciertamente necesaria para subrayar el carácter legendario de los acontecimientos, aunque no siempre distribuida con la debida parsimonia.
A. R. Ferrarin
Perla del más puro oriente, entre las que adornan la poesía patria. (Bunge)