[Romanceiro]. Baladas y cantos portugueses de antigua tradición oral, recogidos y publicados por el escritor Joao Baptista da Silva Leitáo de Almeida Garrett (1799-1854), en tres volúmenes, de 1843 a 1851. El autor, siempre atraído por los antiguos romances de su tierra, se sintió impulsado a recogerlos siguiendo el ejemplo de Grimm, Rodd, Depping, Müller, etc., y por lo que había oído o leído en Inglaterra y alemania.
No trató de hacer trabajo de erudito y concienzudo recopilador, sino de exhortar cautamente a los portugueses a liberarse de la influencia literaria francesa, volviendo a las antiguas fuentes de la poesía nacional. Las composiciones poéticas no van en la obra por orden cronológico ni de temas, sino que se distribuyen en los siguientes cinco libros: «Romances del Renacimiento», imitaciones, reconstrucciones y estudios de Garrett sobre los textos antiguos; «Romances caballerescos antiguos de aventuras», que no tienen referencias históricas of si las tienen, son desconocidas; «Leyendas y profecías»; «Romances históricos», compuestos sobre hechos o mitos de la historia portuguesa o de la de otras naciones; «Romances varios», que comprenden los que no son épicos ni narrativos. Casi todas las composiciones van precedidas de notas del autor, en las que encuadra el romance en su época y se citan los diversos documentos que a él se refieren.
A la redacción portuguesa sigue a menudo la española y a veces una segunda redacción portuguesa o una traducción inglesa. El primero de los tres volúmenes, en que fueron recogidos los cinco libros, contiene también un poema original de Garrett titulado Adozinha, sobre el tema del romance de doña Silvana (A Sylvaninha), en el que se narran los episodios de una pasión incestuosa. En conjunto, este Romancero caracteriza una época y un ambiente: el amor de la poesía popular como voz del pueblo y, por tanto, como expresión del alma de la nación y la ideología romántica, pues éste fue el estímulo de la colección, la cual, sin embargo, no es un documentario fiel, porque Garrett no dudó en modificar los versos de la tradición, reduciéndolos a expresiones de su gusto personal y a la exposición de sus propias ideas.
L. Panarese