[Roma triumphans]. Es la última obra del humanista Flavio Biondo (1388-1463), dedicada a Pío II, quien, mientras el autor escribía, agitaba ante los príncipes cristianos, en la Dieta de Mantua (1460), la idea de la cruzada contra los turcos que debería conducir a la Roma de Cristo a la cima de sus antiguos triunfos. Tomando como base un pasaje de Plinio el Viejo y dos versos famosos de Rutilio Namaziano, exalta a Roma, que de las más diversas gentes consiguió crear un gran pueblo, que redujo los bárbaros acentos a una lengua culta, que dio una sola patria a los pueblos, haciendo que el vencido gozase la victoria no menos que los vencedores.
Tras este exordio entusiástico, desarrolla en diez libros el tema de las antigüedades públicas y privadas de los romanos, muestra la pálida supervivencia de algunas de ellas en las costumbres romanas del siglo XV y destaca en las alegrías del jueves lardero los últimos vestigios de los viejos «ludi apollinares». El último libro, dedicado a los triunfos, está inspirado en la esperanza de la guerra contra los turcos, en la certeza de las victorias y de los triunfos que hubieran sido tan gloriosos, por lo menos, como los de los antiguos: el autor tuvo la fortuna de no vivir la amarga desilusión que debía sentir tan profundamente Pío II y precipitar su fin. La obra fue impresa en Basilea en 1559 y traducida al italiano por Lucio Fanno, en 1549.
G. Franceschini