[Rome souterraine]. Novela del escritor francés, de origen suizo, Charles Didier (1805-1864). Publicada en 1827, pronto se hizo famosa por sus alusiones a las conspiraciones y movimientos de la edad contemporánea.
En Italia se difundió notablemente merced a una versión anónima en tres volúmenes, con la sola indicación de «Italia, 1848». Según ella, todo el pasado revela la triste división de Italia, rica en cultura y, no obstante, sometida a engaños y tormentos. Ya en la Edad Media se había manifestado en la larga lucha entre los güelfos y los gibelinos; pero, aparte el contraste entre la autoridad papal y el poder imperial, el alma del pueblo, tendiendo siempre hacia el progreso, camina en pos de su liberación. Impelida primeramente por Lutero en su lucha contra el absolutismo pontificio, halla su fuerza en la Revolución francesa; declina con Napoleón, pero vuelve a reafirmarse en la conspiración de los carbonarios. La acción se desarrolla en los últimos tiempos de la Restauración, a través de una historia revolucionaria de los carbonarios.
El personaje principal es Anselmo; representa simbólicamente al pueblo y su gran fuerza, que no es suscitada en favor de papas o de reyes, sino que oscuramente tiende hacia el futuro. Entre los vicios y las luchas de la urbe, siente Anselmo el verdadero amor patrio y el ideal caballeresco del bien. Intentando ganar para sus compañeros la soñada salvación de los principios fundamentales del mundo, Anselmo paga con su vida el generoso sacrificio: condenado a muerte, es decapitado en su celda. Muerto el héroe, todo parece caer miserablemente; y en primer término, otro vigoroso personaje, el gran penitenciario. Éste es un expósito que ha vivido en el oprobio y que llegó a conquistar honores: de voluntad franca y poderosa, después de haber hecho de criado, comediante, soldado y desertor, vive en los bosques, hasta que viste el hábito franciscano y alcanza la púrpura cardenalicia, que ya le hace soñar en la tiara de Sixto V y en la liberación de Italia. Pero las intrigas de los enemigos y particularmente de Austria le impiden lograr el arduo designio. Otros conjurados figuran en el conjunto de la aventura: Mario (Marius), de carácter firme y titánico; Séptimo (Septime), sexagenario, pero con el corazón lleno de entusiasmos juveniles; Conrado (Conradin), el adolescente que entra pronto en contacto con el rigor de la vida y de la sociedad.
La obra termina con el encuentro, sobre las aguas del lago Mayor, de la madre de Conrado con Séptimo, que consigue huir de la persecución y va a buscar la libertad en el exilio. Farragosa en conjunto y, en los pasajes más sencillos, densa por su elocuencia polémica y revolucionaria, esta novela histórica encierra una importancia nada despreciable entre las publicaciones aparecidas en el período del «Risorgimento» italiano.
C. Cordié