Retorno a Erewhon, Samuel Butler

[Erewhon Revisited]. Novela del escritor inglés Samuel Butler (1835-1902), publicada en 1901, con­tinuación de Erewhon (v.).

Han pasado cerca de veinte años desde que Higgs vol­vió a su patria; Arowhena, de la que tuvo un hijo, murió de nostalgia por su país, y él se ve dominado por un inquieto deseo de volver a la tierra en que la conociera. Tras muy meticulosos preparativos, marcha y atraviesa sin mucha dificultad las monta­ñas que separan Erewhon del resto del mundo; pero apenas ha rebasado los con­fines cuando encuentra dos singulares pro­fesores, Hanky y Panky, por los cuales viene a saber que, durante su ausencia, han tenido lugar profundas conmociones en el país. Su maravillosa partida en un globo le había convertido en un dios mítico; se había creado la leyenda de que él era un hijo del sol, venido a la tierra para ilu­minar a los erewhonianos y elevado luego a los cielos en un carro tirado ,por blancos caballos; por ello han guardado muy bien sus palabras, reformando la vida, costum­bres, usos e ideas religiosas, y todo lo que se recordaba de él.

Higgs, después de ha­ber dejado a los profesores, continúa atur­dido hacia la ciudad y encuentra a un apues­to muchacho, Jorge, en el que reconoce al hijo que tuvo con Yram, la hija del carcelero, que cuando acababa de llegar a Erewhon le amó con tierna sencillez; el joven, que ignora la identidad de su com­pañero, declara que, según él, Higgs es un gran impostor y sólo podría llegar a estimarle si consiguiese derrocar el castillo de mentiras construido sobre su nombre. Deseoso de conquistar la estimación y el cariño de su hijo, por el cual se le ha despertado un vivísimo afecto, interviene Higgs al día siguiente en la consagración de un templo en su honor e interrumpe un discurso en que le elogiaban, descubriendo su identidad; el profesor Hanky, que ve amenazadas las bases de su sistema, que a él y a su compadre le ofrecían posibilidad de brillar y dominar, pretende hacerle lin­char por el populacho; pero Jorge, al que entretanto su madre le ha revelado toda la verdad, consigue salvarle haciéndole en­cerrar como loco.

Después de una breve estancia en casa de Yram, que se ha casa­do con el alcalde de la ciudad, y tras haber conocido a la prometida de Jorge, Higgs vuelve a partir, acompañado por su hijo hasta la frontera; allí se separan ambos, prometiendo volver a encontrarse en el mis­mo lugar exactamente un año más tarde. Pero Higgs muere a poco de retornar a Inglaterra y es su hijo el que acude a la cita con el hermano desconocido, al que en­trega la parte de herencia que le corres­ponde. Algunos años más tarde, llega una carta de Jorge que reclama la ayuda del hermano; las degeneraciones de la «religión de Higgs» (Higgyism) han llegado a co­rromper y revolucionar el país de tal modo, que el rey no ve otra salvación posible más que la anexión por parte de Inglaterra. El joven Higgs se prepara para marchar a Erewhon, y con ello termina la novela. Es­crita casi treinta años después de Erewhon, esta segunda parte es bastante distinta, tan­to por la construcción como por el tono; el pesimismo darwinista que influyó en el primer libro se ha ido atenuando en una visión de la vida bastante más serena; la descripción de la vida familiar de Yram y de sus hijos es un reconocimiento de los más elevados valores morales, cuando no son deformados por las convenciones socia­les. Falta también en este libro la poesía del sentimiento y la elocuencia del cora­zón, si bien abunda una admirable inteli­gencia, muy estimulante desde el punto de vista intelectual y crítico.

A. P. Marchesini