Obra del gramático y jurista Gregorio Mayans y Sisear (1699-1781), publicada en 1757. Fue Mayans hombre de vasta y extraordinaria cultura que conoció a fondo Vía literatura española incluso en las obras más raras y difíciles. Y aquí radica precisamente uno de los valores más importantes de su Retórica.
Como se ha dicho con frecuencia, la regla o el modelo no ha de buscarse en la Retórica de Mayans en sus sentencias y doctrinas, sino en los ejemplos que pone, sacados de libros quizá no demasiado literarios, pero que en el fondo revelan mucho mejor que éstos el verdadero espíritu de la lengua. Por lo que a la doctrina específicamente retórica se refiere, la actitud de Mayans no deriva de la de los preceptistas y retóricos franceses, sino que más bien obedece a una orientación clásica que se entronca con Aristóteles, Luis Vives, Quintiliano, el Brócense, etc.
Su constante preocupación por la buena prosa mereció un gran elogio de Juan P. Forner en sus Exequias (v.): «Procuró mantener y propagar la propiedad y pureza de nuestra lengua en un tiempo en que no se hablaba sino algarabía.» La Retórica de Mayans no está exenta, naturalmente, de errores y apreciaciones debidas a su tiempo, como rara es su división de los géneros literarios. Esta interesante Retórica se ofrece como una obra fundamental y única en su tiempo.