Receta Verdadera con la que Todos los Hombres de Francia Podrán Aprender a Multiplicar y Aumentar sus Tesoros, Bernard Palissy

[Recepte véritable, par laquelle tous les hommes de France pourront apprendre a multiplier et á augmenter leurs thrésors]. Tratado de Bernard Palissy (1510-1590), publicado en 1563.

Dos personajes ficticios, Pregunta y Respuesta, ilustran las posibilidades huma­nas en el trabajo y en la ciencia: la natu­raleza es un libro maravilloso donde cada cual puede leer y comprender la palabra divina. A todos les es dada la manera de hacer fructificar los tesoros del suelo con un empleo eficaz de los descubrimientos científicos, cultivando racionalmente los cam­pos y escogiendo nuevos sistemas para el empleo de las riquezas naturales. El tra­bajo une a los espíritus lacerados por las guerras civiles y los coloca ante su respon­sabilidad respecto al mundo.

De la obser­vación de las leyes de la naturaleza puede entresacarse, sin la complicación de sistemas ni normas, una «filosofía necesaria a todos los habitantes de la tierra»: y en ello Pa­lissy se muestra no sólo tenaz obrero y científico, sino agudo observador de la na­turaleza y de la sociedad. Siguen algunas páginas, netamente expositivas, sobre un proyecto de jardín y la planta de una for­taleza. La obra ocupa un lugar eminente en la literatura francesa del siglo XVI por el tono moral con que son explicadas las bellezas de la naturaleza; en una prosa ní­tida y clásicamente orgánica, el autor ad­mira lo creado y habla a los demás hombres de los admirables descubrimientos y resul­tados que un trabajo asiduo puede procu­rar a todos.

Por sus consideraciones sobre economía, fueron recogidas algunas páginas del tratado, en 1636, en una monografía titu­lada El medio de hacerse rico [Le moyen de devenir riche], pero la alusión a los te­soros que un buen trabajo da a cada cual sin luchas intestinas ni otras iniquidades, es sólo un motivo secundario ante la visión con que el escritor transfigura su tema y olvida las guerras civiles que habían de llevarlo a morir en la Bastilla.

C. Cordié