[Faida di Comune]. Poema de cuarenta y seis cuartetos octosílabos rimados en a b c b de Giosue Carducci (1835-1907) que forma parte de las Rimas Nuevas (v.).
El argumento es un feroz episodio de la querella que tuvo lugar, en las primeras décadas del siglo XIV, entre el municipio de Pisa y el de Lucca, por la debatida posesión de los tres burgos de Buti, Avane y Asciano. Los embajadores písanos se encuentran en Cuosa in Val di Serchio con los señores del municipio de Santa Zita. Habla primero Banduccio di Buonconte: los písanos,’ «vencedores sí, pero cansados/de contiendas y cristianos», han venido para firmar la paz con los de Lucca: que restituyan éstos Buti, Avane y Asciano, y se restablecerá la paz entre ellos. Contesta entonces Bonturo: los luqueses están dispuestos a ceder Buti y Avane, pero no Asciano, tan caro a su corazón que hicieron colocar en las torres del castillo cuatro grandes espejos, para que las mujeres de Pisa «en los espejos de los luqueses/puedan mirarles con amor».
Banduccio profiere entonces su amenaza: dentro de ocho días verán los luqueses de qué clase de espejos se sirven las mujeres pisanas. Y al término del séptimo día, Uguccione della Faggiuola inicia su «fiera cavalcata» de venganza y llega a las puertas de Lucca, destruyéndolo todo. Los písanos arrojan por encima de los muros hachas encendidas y dardos, y levantan ante la puerta dos columnas colgando dos espejos en la parte superior de ellas; Tigrin de la Sassetta, aferrando por los cabellos a un luqués fugitivo, después de traspasarlo, moja el dedo en su sangre y escribe en la puerta el burlesco saludo del pueblo pisano. Faida di Comune no sólo es uno de los más fuertes y menos analizables poemas de Carducci, sino que es la tentativa más completa y artísticamente más feliz de resolver el sentimiento y la erudición histórica en la objetividad de la representación épica.
Es una poesía nacida entre crónicas medievales, en las que el poeta adquirió el sentido psicológico de la edad y de los hombres de las municipalidades italianas. Las figuras son vigorosamente realistas y vivas en su genuino temple histórico, con el cual está en correspondencia el estilo: rápido, cortado, ágilmente musculoso, capaz de rasgos de violento realismo, y sin embargo dócil al sutil y difícil cálculo de la psicología histórica. Es poesía archiliteraria: pero sin ostentaciones humanísticas; y . esta feliz objetividad del estilo es el resultado más difícil a que pudo llegar el orgullo humanista de Carducci.
D. Mattalía