[Principi della scienza morale]. Breve obra filosófica de Antonio Rosmini (1797-1855)., Publicada en Milán en 1831, fue escrita por Rosmini inmediatamente después de su obra principal, el Nuevo ensayo sobre el origen de las ideas (v.), y contiene la primera y mejor exposición de la ética rosminiana,-deducida de los principios generales del conocimiento establecidos en el Nuevo ensayo.
Los Principios de la ciencia moral fueron completados en 1837 con una Historia comparativa y critica de los sistemas sobre el fundamento de la moral, y desde entonces los dos escritos fueron siempre reimpresos juntos, constituyendo en realidad una obra única; a la historia crítica de los sistemas gnoseológicos desarrollada en el Nuevo ensayo corresponde en la Historia comparativa, siguiendo idéntico criterio, la exposición de los sistemas antiguos y modernos de moral. Rosmini distingue como fines a que tienden las acciones humanas dos bienes: el bien del sentido, meramente subjetivo, y el bien del intelecto, que es, en cambio, objetivo y conocido por el hombre en cuanto ser inteligente: éste es el bien moral de que trata la ética.
La moralidad consiste, para Rosmini, en poner de acuerdo el juicio «especulativo» con el juicio «práctico» por el cual sólo la voluntad es movida a obrar: de aquí la máxima de la acción moral o virtuosa expresada por Rosmini con las palabras «Compórtate de modo que reconozcas en los objetos aquel grado de entidad que cada uno de ellos tiene en su orden». La moralidad tiene por ello su fundamento objetivo en el ser absolutamente real, esto es, en Dios. El mérito generalmente reconocido a la doctrina de Rosmini es el de haber superado las concepciones eudemonistas e intelectualistas de la moral, estableciendo un principio ético formal y, por lo tanto, realmente universal, de modo análogo al de Kant; pero como antes en la gnoseología, así también en la ética, Rosmini se opone al filósofo alemán, juzgando su «imperativo categórico» como subjetivo y, por lo tanto, no verdaderamente universal, y por ello inmoral.
E. Alpino
El papel que representa en ella la idea del ser me parece independiente de la cuestión de su origen, cuestión importante por las singulares, es más, únicas relaciones de estas ideas con todas las operaciones del espíritu, pero que para mí ha quedado como cuestión (problema) o, mejor dicho, tal vez se ha convertido en cuestión. (Manzoni)
Su ideología es un tejido de proposiciones lógicas sin correspondencia en la realidad. (De Sanctis)