Poética. Francesa, Jean-François Marmontel

[Poétique Fran­çaise]. Manual crítico, publicado en 1763 por Jean-François Marmontel (1723-1799). Inspirándose en ideas racionalistas, el autor reelabora las doctrinas estéticas y retóricas de los más famosos críticos de la Ilustra­ción, a fin de componer una obra que res­ponda a las nuevas exigencias de la cul­tura.

Tras discutir en un prefacio polémico las interpretaciones de los críticos e inves­tigadores anteriores, en Italia y en Fran­cia, en torno a la Poética (v.) de Aristóteles y sus comentadores, Marmontel afirma que su principio, de una claridad nueva en la idea del arte, es el de interpretar la natu­raleza sin caer en sofismas y en vacuos razonamientos librescos. Muchos hombres de talento han terminado por ver la reali­dad a través, de una interpretación errónea; de aquí la incomprensión de obras de valor, dice él, tales como el Orlando Furioso (v.) y la Jerusalén Libertada (v.).

Es preciso razonar rectamente, sin fetiches (aun reco­nociendo los méritos de cada uno y mirando respetuosamente al pasado), pero también sin negaciones inútiles; la vida en su com­plejidad es mucho más rica en verdad y en belleza de lo que creyeron muchos divul­gadores y repetidores de doctrinas ajenas. Además, en la edad moderna han aparecido nuevas formas de arte : y a estas nuevas manifestaciones de vida hay que tenerlas también en cuenta en un sistema regular. Ello no dañará el rigor de los conceptos; de las discusiones sólo nace la verdad, y si bello fue para los ingenios elegidos el reino de Luis XIV, el siglo de las luces también tiene que decir su palabra en las artes, a despecho de los tiranos del espíritu humano.

El autor declara querer usar «la liberta de su siglo», aplicando a las letras el mé­todo que Bacon y Descartes aplicaron a la Filosofía: la razón, el sentimiento, la natu­raleza, he aquí sus grandes autoridades. Por eso, después de exponer las ideas ele­mentales y los principios generales relati­vos a la idea del arte, pasa en una segunda parte a explicar sus aplicaciones a los di­versos géneros de poesía. De ello resulta un examen simple, aunque poco vigoroso; rico de buen sentido, a pesar de la falacia natu­ral de una crítica hecha a base de impre­siones, y de una pretensión de sistema un tanto externa.

C. Cordié