Franco Maironi, ferviente católico y patriota, se casa con Luisa Rigey en contra de los deseos de su abuela, que amenaza con desheredarlo. Los dos esposos deben buscar acomodo en Oria, junto al lago de Lugano, en casa de un tío, Piero, el cual no tardará en perder su puesto de ingeniero imperial por la intervención de la abuela, partidaria de los austríacos.
Mientras tanto nace una niña, Ombretta: pero sucede que durante una ausencia de Luisa, la cual, contra los deseos de su marido, se apresta a hacer valer los derechos hereditarios en perjuicio de la abuela, Ombretta se ahoga en el lago. Es una durísima prueba para ambos padres: Luisa, que se siente golpeada por una ciega injusticia, endurece su carácter, mientras que Franco, sostenido por la fe cristiana, se entrega a la acción patriótica: estamos ya en 1859 y tienen lugar las escaramuzas de la guerra, en la que Franco tomará parte. Mientras ha madurado el arrepentimiento de la abuela que, próxima a la muerte, se ha reconciliado con su sobrino.