Posteriormente el autor sacó una comedia del mismo nombre (1900)
Al pequeño Lepic, apodado Pelo de Zanahoria, nadie lo quiere en su familia; ni su madre, amargada por una vida desdichada, ni sus hermanos. Su padre es el único que siente por él un poco de afecto, pero es cerrado y reconcentrado: se abrirá sólo cuando una tentativa de suicidio de su hijo le haga intuir en toda su profundidad la tragedia de la soledad del chiquillo. En el futuro, una tierna y solidaria amistad unirá al viejo y a Pelo de Zanahoria.