En tierras lituanas, el conde Horeszko y el juez Soplica se disputan la propiedad de un castillo. Cuando llega el presidente del tribunal que deberá mediar en la controversia, Soplica ofrece un banquete al que también invita a su adversario y en el que comparecen el joven sobrino de Soplica, Tadeusz (hijo de un hermano desaparecido después de haber dado muerte, años antes y por cuestiones de honor, al padre de Horeszko), y un misterioso monje de nombre Robak.
Durante la fiesta Soplica y Horeszko, excitados por el vino, reanudan las disputas. El conde reúne a sus hombres para asaltar la casa de su rival, que se halla defendida por los amigos de éste. Una intervención de las tropas rusas hace que ambas facciones se unan en contra de los extranjeros y prevalezca momentáneamente la razón.
Pero los rusos reciben refuerzos y los lituanos se ven obligados a huir buscando refugio en Polonia. Durante la escapada Robak, que ha sido herido, revela, antes de morir, que es en realidad el padre de Tadeusz, esto es, el asesino del padre de Horeszko, y que se hizo fraile (además de dedicarse a la actividad patriótica) para expiar sus pasadas culpas.